Desde hace casi nueve meses estamos esperando a Savanah, la primera hija de Maria. Así que esta semana le hemos organizado dos babyshowers. Este es un concepto nuevo que he aprendido en este viaje. La baby-shower es toda una experiencia que me han dejado con la boca abierta como viene siendo costumbre en este país. El evento lo organiza la madre que espera el bebé, y se trata en invitar a todas las mujeres que estime y con las que desee celebrar la futura llegada del bebé. El primer objetivo es intercambiar experiencias y lecciones que ayudan a la futura mamá. El segundo propósito es hacer acopio de regalos en forma de utensilios para el bebé y para la mamá post-parto. En resumen, es como un bautizo pero anticipado. Sólo puedo decir que es como en las pelis, de nuevo. A mi me tocó buscar los globos, así que allá que me fui a la tienda Party City, donde tienen de todo para todo tipo de fiestas y encontré un globo que cumplía perfectamente con la misión y se acoplaba al concepto de shower. La desgracia vino cuando llegué a la oficina, y sin darme cuenta, se hanbían confundido y me habían dado el paraguas para la bridal-shower, y no era el caso. Así que a Sam se le ocurrió la idea de customize el grlobo con el nombre de la niña: Savanah.
La madre estuvo encantada, a pesar de odiar con toda su alma este tipo de eventos.
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