sábado, 14 de noviembre de 2009

14-11-09: mi primera ópera clásica en vivo



Impresionante la aventura de hoy: por fin hemos ido a la ópera.

En el Arsht Center, con unos asientos de primera, disfrutando de la compañía de las chicas de oro.




Como se ve en la foto de la cabecera, el centro de artes escénicas Arsht Center está dividido en dos edificios, y el teatro donde se representan las óperas es el edificio de la izquierda con la cristalera. En el interior, han logrado un teatro moderno pero con la atmósfera de un teatro clásico, con evidentes resultados de estudios de acústica.




En la foto anterior se ve lo cerca del escenario que estaremos durante toda la temporada. Y en la foto siguiente se ven nuestros asientos.



Las óperas que vimos fueron: Pagliacci (Leoncavallo) y Suor Angelica (Puccini). Ambos montajes ambientaban las obras en los años 30 con un único escenario cada una.

La primera, Pagliacci, utilizaba una tarima en el centro del escenario que simulaba ser el escenario de los pallasos. A la izquierda, las gradas desde donde el público les aplaudía y donde se escondía Silvio, y a la derecha un cambión viejo que hacía las de vestuarios y almacén de la compañía de circo. Todos los personajes sin escepción han estado fabulosos. Es más, la interpretación que han hecho de la obra ha sido divertida y dramática a la vez, han sabido combinar perfectamente el carácter de los pagliacci con el drama de los celos.

La segunda obra, Suor Angelica, disponía de un escenario espectacularmente austero pero que se ganó el primer aplauso del público nada más abrirse el telón: un suelo gris, con dos filas de bancos en los extremos derecho e izquierdo, y en el centro, la pintura de una figura representando a la Virgen, sencillamente espectacular. La cara de la virgen sobredimensionada ofrecía perfectamente la idea de la observación divina desde los cielos, la todopoderosa que todo lo ve. Esta idea es estupenda para ayudar, a una atea como yo, entender el concepto de "omnipotencia". Ha sido toda una experiencia.

A continuación os dejo un vídeo donde se pueden ver los dos montajes.



Y el reparto de artistas ha sido impresionante.

En Pagliacci: Canio (Jay Hunter Morris) mostraba una voz clara y limpia, equilibrio perfecto de pecho y máscara. Nedda (Kelly Kaduce) nos asombró con una voz dulce y clara, además de una interpretación muy natural. Tonio (Mark Rucker) nos hizo reír y rabiar con una interpretación que arrancó aplausos del público. Y en general, todo el reparto fue mágico, a la vez que nadie sobresalía, cada intervención era espectacular y natural pero nunca se dejó de ver la trama. De alguna forma, lograron meternos en una historia más allá del protagonsimo excesivo que en ocasiones reciben los cantantes, dejándonos ver lo que algún día Leoncavallo dejó escrito.

En Suor Angelica: Suor Angelica (Kelly Kaduce) volvió a mostrar sus cualidades de cantante. Y Princess (Mzia Nioradze) nos hizo disfrutar con una voz tremenda de mezzo. Es la obra perfecta para lucir voz de soprano. Desgraciadamente, demasiada monja y un argumento bastante ajeno a mi, hicieron que no conectara con los personajes y me limitara a disfrutar de la calidad de las voces.

Sólo hubo una pega: la combinación de estas óperas no funcionó en absoluto, y de combinarlas otra vez, aconsejaría el orden inverso. Además, con el orden actual (Pagliacci + Suor Angelica) se corre el riesgo de alimentar el ego de alguna soprano, y no creo que sea muy recomendable en muchas ocasiones (aunque quien sabe si esta ocasión se merecía una escepción).

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